El producto evita que dos botellas se transformen en desechos, la reutilizada, y la que iba a tener que ser fabricada para que llegue a las manos del consumidor.
Pero lo otro interesante del producto es cómo a través de una buena estrategia de imagen se logra que las botellas viejas parezcan nuevas y hasta ‘cool’.
La mayoría de los productos, además, tienen precios coherentes para el mercado norteamericano (a diferencia de muchos productos eco que muchas veces son mucho más caros): su precio oscila entre 2,90 y 4,60 dólares.
La idea es propiedad del diseñador y artista Scott Amron, que consigue botellas por medio de la compra a escuelas, oficinas, edificios y particulares, y de donaciones.
El próximo objetivo: comprar jabones y limpiadores naturales para envasarlos en estas botellas reutilizadas con el fin de reducir aún más el impacto ambiental de estos productos.