Desde hace unos días que Nadal se adjudicó los puntos necesarios para robarle la corona del tenis mundial al suizo. Sin embargo, a raíz de los Juegos Olímpicos, el sistema de puntajes se detuvo y esto le permitió a Federer mantenerse técnicamente arriba hasta el US Open, último Grand Slam del año.
Esta suerte de “gap” técnico le dio a Nike el tiempo necesario para lanzar una fuerte campaña para promocionar, por un lado el US Open, y por otro la disputa que mantiene en vilo al mundo del tenis desde hace unas semanas: si Nadal es capaz de quebrar el liderazgo que mantiene Federer desde hace cinco años ininterrumpidos.
Como era de esperarse, Nike recurrió a Wieden+Kennedy para que explote este momento particular para el tenis mundial. Y la agencia de Portland no tuvo mejor idea que llamar al mítico ícono del espectáculo boxistico, Don King, para que oficie de presentador de la “batalla final” entre los dos tenistas.
La campaña ya se lanzó y se llama “Grapple in the Apple” (“golpe en la manzana”, un juego de palabras que refiere a la lucha que se desarrollará en Flushing Meadows, New York). Como buen enfrentamiento, la acción tuvo una presentación “cara a cara” de los rivales y su respectivo afiche promocional, típico del mundo del box.
La verdad es que las acciones de Nike con sus deportistas, en los últimos años, han tomado un cariz muy interesante. Junto a Wieden+Kennedy han logrado quitarle mucho del dramatismo que se le suele imponer a los deportes de alta competencia, con campañas que muestran a los mejores deportistas del mundo en situaciones cotidianas o divertidas. La marca rompe con el axioma “sangre, sudor y lágrimas” y toma al deporte moderno como lo que es: un espectáculo más (al igual que el teatro o el cine).
(Imágenes gentileza de justjared.com)